Diario de ruta: Día 5

Hemos quedado para salir a las 06:45 am, muy temprano, pero vale la pena levantarse un rato antes para hacer unas fotos por Williams, todo está muy tranquilo, el pueblo aún duerme.



Nos dirigimos al Gran Cañón, una visita muy especial, nadie se queda indiferente al ver esta maravilla de la naturaleza, algo grandioso que todos deberíamos ver por lo menos una vez en la vida, la inmensidad del paisaje que da el Gran Cañón es difícil de imaginar.

No puede faltar esta foto de recuerdo.



Ana conduce la Street Glide con soltura, mejor que muchos hombres, nos encanta que las chicas se animen en esta aventura.




Llegamos a Flagstaff, una de las Indian ha dado problemas, y uno de los viajeros tiene una rodilla un poco tocada de una antigua lesión, así que toca solucionar estos problemas, Mark y Gon, guías del viaje, buscan una ortopedia para comprar una muleta que le ayude a caminar, en moto va bien, pero andando, le cuesta, y después, nos dirigimos a un concesionario a cambiar la moto, hemos perdido en total una hora y media, bastante rápido, y para colmo, se ha puesto a llover, aunque ha parado al poco rato.

Aprovechamos apra sacarnos los trajes de lluvia en Twin Arrows, un icono de la 66 que se encuentra en un estado bastante decadente, pero siempre es interesante verlo.



Llegamos a Winslow, allí dormiremos, y por supuesto, la visita obligada es a Standing on the Corner, un homenaje a la famosa canción de los Eagles que hizo famoso al pueblo.



Finalizamos el día, cenando en el hotel La Posada, un sitio encantador, como fuera de lugar, pero fantástico, y catalogado como punto de interés en la ruta 66.

Estamos cansados, toca descansar, mañana tenemos mas aventura por delante.

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